El Perdón… un camino a la liberación

A lo largo de mi vida he oído muchas veces la palabra perdón o frases y palabras que te lleven a soltar y no guardar resentimientos, como por ejemplo, perdona a tu prójimo, perdónate a ti mismo, no seas rencoroso, suelta, no te enojes, etcétera. Tal vez esas palabras o frases que decimos o nos dicen, nos llevan a realizar un trabajo interno profundo o tal vez no y creo que en la mayoría de los casos es lo segundo…no sabemos realmente cuál es el significado de lo que implica perdonar en toda la extensión de la palabra. 

En este artículo quiero exponer qué es y para qué nos sirve perdonar. La mayoría de las personas incluyéndome a mi estamos de acuerdo  que el perdón es una de las cosas más fortalecedoras y sanadoras tanto para dar como para recibir, y queremos poder experimentar esta bendición y libertad por nosotros mismos. Sin embargo, como todos sabemos, existe una gran diferencia entre el deseo de perdonar y la capacidad de hacerlo realmente… y con ello lograr completa y profundamente un estado interior de sanación profunda.

 Lo que he aprendido sobre todo, en lo que respecta al perdón, es que la capacidad de perdonar no se logra solo con pensamientos o intenciones elevados. Se produce mediante la utilización de varias herramientas prácticas que te ayudan a liberan tu cuerpo, mente y alma de la energía de la herida atrapada que te ha hecho sentir tanto dolor y luego poder reemplazarlo con una nueva energía de curación o sanación.

Lo que busca el acto de perdonar es abandonar o soltar nuestro apego emocional a ofensas pasadas y a los patrones y recompensas que los acompañan. No se trata de olvidar, de condonar, de fingir que no pasó nada sino de comprender desde tu interior lo que hay en tu corazón. Una cosa es reconocer la necesidad del perdón y otra es realmente soltar lo que sucedió. El perdón es un acto liberador constante que conduce a sanar y para poder hacerlo necesitas reconciliarte con los acontecimientos que te dañaron y abandonar los patrones y creencias de vida en reacción a dichos sucesos. No siempre será posible reconciliarte con la otra persona que te lastimó; más lo importante será hacer las paces dentro de uno mismo con lo que sucedió. El perdón es un proceso individual que se hace desde el interior de tu ser y aunque no existen fórmulas o recetas específicas para abandonar esos sentimientos, me he dado cuenta que si en la persona existe la voluntad de abandonar o soltar las recompensas secundarias que provienen de mantenerse aferrado y una voluntad de comprender a quienes nos lastimaron o hirieron; podremos ser capaces de liberarnos y llegar al perdón y por tanto SANARNOS Y LIBERARNOS.

Como te decía anteriormente el perdón es un proceso individual que necesita comenzar contigo, es decir, necesitas empezar a resolverte a ti mismo para que después puedas acercarte a alguien más con compasión y amor. Sólo cuando tú te has comprendido y te has reconciliado con tu vida, podrás ayudar a alguien más a que se resuelva y se sane.

Nos es difícil perdonar ya que tenemos ideas preconcebidas acerca del perdón y estas creencias obstaculizan nuestro deseo de perdonar. Creemos que perdonar es justificar al otro por sus comportamientos, creemos que perdonar es aprobar o defender la conducta de las personas que atentaron contra uno, creemos que perdonar es hacer como que todo va bien y que no ha pasado nada por miedo al castigo y al abandono, creemos que perdonar es olvidar, creemos que perdonar es  algo repentino o superficial o que es un acto que sólo le corresponde a Dios. 

Para poder llegar al perdón necesitas abandonar esas creencias así como la ira, el miedo, el dolor de sentir que estas en una posición de vulnerabilidad. Necesitas dejar de activar tus mecanismos de defensa, como por ejemplo, la negación. Estos mecanismos de defensa te llevan a reprimir, suprimir, negar o proyectar tus verdaderas emociones, tratando de decirte a ti mismo a través de justificaciones racionales que nada ha pasado. Yo te preguntaría ¿crees que nada ha pasado? La respuesta es que ha sucedido mucho y estás herido, agotado, confundido por todo lo que te hicieron. Sanar y soltar no es culpar al otro, a Dios o a la vida por lo que te sucedió sino empezar a afrontar con valentía el dolor que sientes. Para comenzar a perdonar necesitas tener una actitud de apertura intelectual y emocional, necesitas tener la humildad para reconocer tus verdaderas emociones, el valor para tocar tu dolor y comprender que el perdón es un proceso que poco a poco te va ir llevando de víctima, a ser un amoroso y poderoso co-creador de tu realidad. Para perdonar necesitas TOMAR LA DECISIÓN DE HACERLO, a través de un acto de amor que haces para ti mismo.

El perdón, no es un conjunto de comportamientos sino una actitud, cuando nuestras decisiones nacen de nuestro sentido esencial del Yo y no están influidas por las muchas voces del temor y de la duda, podrás confiar en tu capacidad para actuar de una manera que afirme y aliente tu luz y amor interno. Suelta las voces del pasado, suelta lo que los demás puedan pensar acerca de lo que sucedió y realiza en ti un trabajo profundo para transformarte y liberarte del pasado y recuperar tu paz y armonía interna.

Perdonar requiere de ahondar en tus emociones más oscuras y profundas pero sin perder jamás de vista que eres un ser de luz que decidió experimentar esa vivencia para crecer.

Perdonar, es ver tu vida fuera del escenario de los acontecimientos que te sucedieron y darte cuenta que cada persona con la que has tenido un encuentro de cualquier tipo, desempeña un papel muy importante en el escenario de tu propia conciencia.

Perdonar, es comprender conscientemente que las personas que te hirieron desempeñaron un rol o papel (aunque no te guste o lo comprendas) para que tú te confrontes y te resuelvas. Ellos han aparecido en tu vida con el propósito de que aprendas que todo pasa por algo…y ese algo es crecer.

Perdonar, es comprender que si tú fueras él o ella y tuvieras su misma historia personal, con sus mismos condicionamientos, HABRÍAS HECHO EXACTAMENTE LO MISMO.

Perdonar es comprender al otro desde él; de hecho el daño no fue contra ti, fue por amor a ti aunque no seas consciente de ello. El perdón es un acto del corazón y se tiene que vivir desde ahí, porque no se puede fingir. Sacar la daga de tu corazón es reconocer que esa persona que te lastimó te ayudó a crecer en amor.

Perdonar es caminar y avanzar ligero de equipaje soltando las creencias, patrones y porque no decirlo así, las piedras que están en tu mochila y no te dejan avanzar y vivir en paz y en amor.

Estas en camino a perdonar y a liberarte, hoy tu trab

ajo será hacerte consciente de las piedras o creencias que llevas en tu mochila. Diariamente irás soltando una piedra, diciendo: “Yo suelto… (ejemplo: la ira, el rencor, el miedo, etcétera) que he cargado durante… (5 años, un mes, toda mi vida) y no me deja avanzar, soltar y liberarme”. “Yo me hago consciente de mis emociones y reconozco que me han lastimado; perdono y suelto en amor a la persona que me hirió”

Estaré posteando diariamente y por 45 días una imagen que te ayude a soltar y liberar tu mochila o tu equipaje. Si no puedes hacerlo a través de los posts que ponga, entonces hazlo tú mismo, a tu tiempo y espacio. Lo importante es liberar esa carga tan grande que llevas dentro.

Te agradezco  por leer estas palabras y permitirme ayudarte a SANAR y a tener un reencuentro contigo mismo.

Con todo mi cariño,

Yeyetzi Cárdenas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?